Tan barato o desorbitado como pienses, el tatuaje no tiene un monto regulado ni alguien que diga lo que es justo o no lo es, son muchas cosas las que tienes que considerar al momento de pagar o ponerle una cantidad a tu trabajo.
Costo
Es lo que cuesta hacerlo, los gastos que se tienen para que esto se logre: máquina, tintas, agujas, materiales desechables, etc., pero no solo es esto, aquí debemos incluir la renta, el internet, el pago a quien desecha el material RPBI, la licencia, en fin, todos los gastos que genera el lugar donde te estableces. Esto se complica cuando tienes que dar un porcentaje si es que trabajas en un estudio que así lo establece, si tu tatuaje no es de calidad aceptable, terminarás con un gasto por encima de tus posibilidades o encareciendo lo que ofreces y eso, además de engañar al cliente, afecta directamente a tu reputación.
Debes generar un aproximado de cuánto tatúas en un mes, por llevar un control si es que te quieres dedicar a esto, es obvio que mientras más tatúes, tus costos bajarán, pero si solo cobras esto “porque vas empezando”, será muy complicado que puedas incluso sobrevivir del tatuaje.
Precio
Es la cantidad de dinero que esperas que el cliente pague por tu trabajo, siempre debe estar por encima del costo, todo lo que cobres por arriba de éste, será la ganancia que esperas obtener. Como tatuador, en general un mínimo sería cobrar el doble, como cliente, debes entender que no se trata solo de unos cuantos materiales, estás pagando por algo que lógicamente le debe hacer ganar al tatuador.
Valor
Es el monto que se le da al tatuaje que toma en cuenta la demanda, la calidad, la propuesta, la diferencia, lo que solo tú puedes ofrecer. Un tatuador que le da valor a su trabajo, toma en cuenta su experiencia, el respeto hacia su sacrificio, e incluso, el de los demás. Le da dignidad a su oficio y entiende que esto no llega de un día para otro, es constancia, es pasión.
Entonces, como clientes debemos entender que un tatuaje con valor te va ofrecer muchísimo más de lo que esperas, pagar caro no significa una cantidad, es un resultado. Si alguien cobra por encima de tus expectativas, tan alto como te imagines, es porque lo vale y hay quien lo paga. Si pagas mucho por un tatuaje mal hecho, entonces la culpa es tuya, porque está en ti y es tu responsabilidad saber, aprender, informarte y llegar a confiar en quien te va a tatuar.
Hay tatuajes carísimos de 500 pesos y piezas de unos miles de dólares que nunca te dolerá pagar.
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