“Sin luces y sombras, ningún plano ni dimensión sería posible, pues la realidad visual depende de ello. Por eso es que el Black&Grey es el estilo de las mil posibilidades”. Leonardo Lara
¿Por qué este estilo?
“Fácil, no veo algunos colores y toda la vida me he dedicado a dibujar en sombras, digamos que interpreto la realidad de los diseños o composiciones en un ambiente muy íntimo en el que cada proyecto me transmite alguna sensación que únicamente las sombras me pueden dar, en cualquier momento del día, en cualquier espacio, jamás me faltaba una bic de punto fino negra en mi bolsa y un poco de papel”.
¿Qué es el Black&Grey para ti?
“Es un estilo lleno de posibilidades y rico en técnicas para mí, es una interpretación muy compleja que va más allá de luces y sombras. Como en todos los estilos del tatuaje, éste tiene su nivel de complejidad, no basta con trabajarlo a la vista de la imagen a la piel, si no que hay que comprender la lectura al paso del tiempo y entender que es mucho más que dos tonos de tinta al trabajarlo y al sanar”.
Muchos creen eso exactamente, que se manejan pocos tonos, pero ¿cómo es que entiendes el cómo leer un tatuaje en este estilo? Es como ver una foto virada a blanco y negro...
“Todo comienza en la técnica, siempre paso a escala de grises mi imagen original y subo los rasgos más característicos un tono más oscuro, es ahí cuando hay que comprender que el tono del tatuaje va a sanar lo más parecido a la imagen inicial, siempre respetando la luz y el negro puro o sólido.
“Posteriormente trabajar conscientemente cada tono para obtener un buen resultado, desde la velocidad de inyección hasta la saturación y textura de cada elemento, pues depende de qué tatúes, no es lo mismo el rostro de un bebé muy terso y suave que la porosidad de una piel de una persona mayor, donde tienes que trabajar más texturas y juegos en sombras. Muchas veces creamos líneas que se marcan más o menos dependiendo la oscuridad e inyección. En fin, experiencia error y ensayo, pero sobre todo usar la lógica en cada diseño o imagen. Por ejemplo, si voy a sombrear una zona suave, va a tomar un tono en un par de horas y cuando sane tomará otro, si bajo la velocidad de la fuente y tatúo rápido, tendré un rasguñado para tal estilo (chicano), si trabajo la fuente más rápida, pero el recorrido es lento, será una sombra limpia y suave, en fin "lógica" del tatuaje”.
Pero entonces no deja de ser una extracción de algo real... ¿Qué tan detallado crees que sea prudente hacerlo en el tatuaje?
“Si es un formato grande puede ir bien detallado trabajándolo con una serie de agujas apropiadas para ser preciso y pensando en una buena inyección y profundidad. Hacer un formato pequeño, ¡ni lo sueñes! Hay de dos, o el organismo de la persona hace que se ensanche el pigmento (líneas y detalles tronados) o se pierde el pigmento por una mala inyección. Mientras más pequeño es debe ser más simplificado, rescatando únicamente los rasgos principales y formas generales, si no puedes tatuar el rostro de tu perro en cinco centímetros, no esperes hacer una Capilla Sixtina en un pulgar… Todo depende también de otros factores como la zona, la producción de queratina en la piel, la sudoración, reacción de rechazo al pigmento, etc.”.
Hablando de la cicatrización y lo que evidentemente no debes hacer, ¿qué sería lo que deberías evitar de acuerdo a tu experiencia a la hora de tatuar este estilo?
“Tatuar muy suave o con pigmentos muy claros, queremos que nuestro cliente disfrute de un tatuaje el mayor tiempo posible, aunque algunos diseños pidan ser claros, tenemos que trabajarlos lo mejor posible. También conocer tus pigmentos para evitar usar tintas que se esparzan con el tiempo cuando haces detalles pequeños, y llenar de blanco el tatuaje, es un tema”.
Normalmente lo usan para resaltar o acentuar zonas, aunque al final quizá una zona sin tatuar resulte mejor...
“Exactamente, es lo que muchos no comprendemos al inicio, pues creemos que con blanco se va a ver bonito por pensar que resaltan los tonos, pero lo que hacemos es únicamente darle una ventaja temporal al tatuaje y eso si es bien aplicado, pues depende la piel de la persona y sus actividades diarias si con el tiempo desaparece o cambia a un tono más cremoso, incluso amarillo. En lo personal lo ocupo para dar luces y pequeños destellos, por ejemplo en los rostros es muy característico colocarlo en ojos, en labios y dientes, eso le da un plus, pero colocarlo con inteligencia es la diferencia entre darle un giro de 180° o destruirlo".
"Lo ideal es trabajar dejando zonas libres de pigmentos para que sea nuestra luz más clara, eso le da mucha limpieza a un tatuaje, puedes usar unos cuantos puntos de blanco para zonas muy especiales donde el diseño ‘te lo pida a gritos’”.
¿Hay algo de lo que estés haciendo en donde creas que aún tienes que trabajar?
“Sí, estoy comenzando a estudiar la cultura chicana y algo de barroco, incluso erótico y fusionarlos con las proporciones y formas humanas, me gusta trabajarlas en diferentes posibilidades. Incluso tomé un pequeño curso de biomecánica enfocada en el movimiento humano y su relación con músculo-esqueleto para comprender ciertas posiciones, quizás es ahí donde tenga que mejorar, proporción y gestos. Cuando uno se obsesiona con su trabajo siente que tiene que estar mejorando todo, no porque esté mal, si no porque te exiges cada vez más”.
Entonces, ¿cuál crees que sea el error común de quien no puede avanzar?
“Quedarse en un área de comfort definitivamente, el miedo a dar el siguiente paso por pensar que obtendrás malos resultados, el tatuaje al igual que cualquier otro medio, es de desafíos y la información está al alcance de todos para llegar a donde quieres”.
Él es Leonardo Lara, originario de la Ciudad de México, a sus 26 años ya acumula 3 años de experiencia en este medio y sigue aprendiendo sobre este estilo para ofrecer lo mejor a sus clientes. Búscalo por medio de su cuenta de instagram @leonardolara_tattoo.
Comments