Como parte del aprendizaje, ya he platicado de la importancia que es sentir nosotros mismos la aguja en la piel, percibirnos con tatuajes, vivir en carne propia el proceso.
Pero como parte importante, también sería oportuno saber un poco de lo que provoca nuestra propia mano, la sensación a la profundidad que aplicamos, la rapidez, la fuerza. Entender nuestra técnica de una forma precisa, sintiéndonos nosotros mismos.
Como parte de la experiencia, sería genial que la primera piel viva que tocara tu máquina fuera la propia, saber que cualquier "error" es parte de tu enseñanza y que quizá sea una marca que represente mucho más que otros tatuajes.
También se vuelve importante porque si eres observador, sabrás qué hiciste en cada línea, cómo se regenera la piel en ese relleno donde a lo mejor fuiste débil o alguno donde sentiste más el rigor, verás una cicatrización día a día de un tatuaje que tu mismo hiciste, es tener el libro de enseñanza contigo, todo el tiempo.
Incluso si ya has tatuado mucho, si ya llevas años de carrera, autotatuarse te mantiene al tanto de tu evolución, de entender cambios, afinar detalles de tu técnica y así apreciar las diferencias de cada etapa de tu camino en el tatuaje.
¡Tatúate y aprende más de ti mismo!