En el medio del tatuaje existen diseños "sencillos", pequeños, que quizá no requieren de una gran propuesta o limitan mucho la creatividad. A estas piezas se les ha llamado peyorativamente como "chácharas" que en esa definición, serían tatuajes simples que "cualquiera puede hacer"... Craso error.
Estos pequeños diseños dan un margen de prácticamente cero en error, deben ser precisos, firmes y resueltos de una forma en que cuando sanen queden prácticamente iguales, conociendo el proceso de tiempo que lleva un tatuaje.
Es por eso que aunque quieras hacerte algo sencillo, debes hacerlo con un profesional, con alguien con experiencia, eso es lo que vas a pagar, eliminar prácticamente cualquier posibilidad de error. Ningún tatuaje debe demeritarse en su ejecución, sí, para alguien con conocimiento y buena técnica será algo "fácil", pero nunca para un principiante.
Lo verdaderamente importante es que siempre sepas con quién te tatúas, cuál es su capacidad y saber qué es lo que mínimo esperas, si vas con quien está aprendiendo, pues es lógico que haya errores, líneas chuecas, piel lastimada, un mal tatuaje, pero ya lo sabes... Y si quieres algo sin errores, pues deja a un lado los experimentos y acude con alguien seguro, nunca minimices la calidad de un tatuaje por su tamaño o complejidad, recuerda que es tu piel y tú lo llevarás siempre.